jueves, 13 de octubre de 2016

¿Día de la Raza o Día de la Resistencia Indígena?




 Freddy Martínez 

Quienes asistimos a la escuela en las últimas décadas del siglo XX crecimos y fuimos formados en la noción en el cual el 12 de octubre es un día para “celebrar” el “día de la raza”, en contraposición a la actual denominación de cuyo significado histórico conmemoramos el “Día de la Resistencia Indígena”.

Por antonomasia, las dos denominaciones son antagónicas; completamente opuestas en el tiempo y en el espacio. La locución 'día de la raza' es calificada como un anacronismo por disciplinas científicas como la historia, la antropología, la psicología, la sociología, además de algunos credos religiosos.

Según el Diccionario ABC, “lo anacrónico es un adjetivo calificativo para designar elementos o personas que actúan de una manera atemporal, es decir, que no coinciden con el tiempo en el que existen y que hacen referencia sobre todo a épocas pasadas”.

Debemos aclarar que con motivo de los 500 años del “Descubrimiento” de América en 1992, se hizo un gran debate en todo el mundo para situar a contexto alguna terminología que se seguía utilizando en el léxico común sin que nos diéramos cuenta de su negativa carga semántica. Uno de estos términos era la palabra raza, aplicada para referirnos a algún grupo de seres humanos en particular y así clasificar, calificar o designar alguna etnia o pueblo del mundo.

La enciclopedia Wikipedia nos aclara que el término raza es usado en la biología para “referirse a los grupos en que la botánica subdivide algunas especies biológicas, a partir de una serie de características que se transmiten por herencia genética”. “El término comenzó a usarse en el siglo XVI y tuvo su auge en el siglo XIX. En 1905, el Congreso Internacional de Botánica eliminó el valor taxonómico de raza. A pesar de ello, su uso se mantiene en la lengua común y es muy frecuente cuando se trata de animales domésticos”.

De acuerdo a esta definición del Wikipedia, el término no es aplicable para clasificar a los seres humanos, “que en tal caso, existe la opinión mayoritaria en que es inadecuado el uso del término raza para referirse a cada uno de los diversos o diferentes grupos humanos, y se considera que es más apropiado utilizar el término etnia. Más aún, muchos científicos consideran que para referirse a seres humanos, biogenéticamente, las “razas” no existen”.

Cuando el foro político de las Naciones Unidas consideró que este término no correspondía con los principios y valores que la comunidad de naciones se había otorgado, luego de finalizado ese gran conflicto que significó la Segunda Guerra Mundial, se concluyó que no existen “razas” sino “pueblos”.

Cuando el presidente Hugo Chávez mediante Decreto de Ley, (sancionado en su momento por la Asamblea Nacional) instituyó el Día de la Resistencia Indígena en el año 2002 lo hizo, persuadido de reconocer el valor de los pueblos originarios americanos que por cientos de años fueron invisibilizados por la lógica colonizadora.

En 1992 la Asamblea de las Naciones Unidas proclamó el Año Internacional de los Pueblos Indígenas en contraste a la propuesta de los colonialistas de siempre (España y otros países) que trabajaron para que ese año fuese “celebrado” el Año Internacional del Descubrimiento de América. A partir de ese debate, algunos países, entre ellos Argentina, Nicaragua y Venezuela, el 12 de octubre se conmemora el Día de la Resistencia Indígena.

martes, 7 de junio de 2016

Sobre las derechas de tu país y cómo clasificarlas




 Trabajo realizado por el equipo de supuestonegado.com

En Venezuela y en el resto del continente, las dificultades que padece la gente están provocando un nuevo auge de las derechas. Pero ojo, no son la misma derecha de siempre. Ahora, además de ser ricachones, blancos y católicos, también son hipster, sexodiveros, liberales, ateos, “progresistas”, incluso negros. Así que, así sea para darse cuenta que ahora uno es de derecha, vale la pena echarle un ojo a este fenómeno desde nuestra realidad.

Es evidente que dentro de lo que en Venezuela llamamos “derecha”, hay una gran cantidad de diferencias. Pero, ¿cuáles son esas diferencias? La forma más sencilla de clasificarlas es según su postura sobre la transición, pues lo que tiene en común la oposición venezolana es luchar por alguna forma de postchavismo. 
 
Durante mucho tiempo, las posibilidades de que esa transición ocurriera eran mínimas o nulas, pero ahora que parece cambiar la marea, que las fantasías más profundas del escualidismo —como la muerte de Hugo Chávez, la mayoría en la Asamblea Nacional, la crisis o la derrota de aliados estratégicos del Gobierno bolivariano— se han realizado, ¿qué pasaría si una de esas derechas llegara al poder?, ¿cuáles son estas derechas a las que la crisis les ha caído como un regalo?

Los exterminadores

De la “dictadura castro-comunista” se habla al menos desde el año 2001 y, desde entonces, han existido los que quieren destruirla por todos los medios. Muchos renunciaron a perder la ferocidad del golpe de abril y por eso empezaron a aparecer, sobre todo desde 2007, retóricas rebeldes cuyos símbolos y discursos se nutren desde las revoluciones de colores de Europa Oriental hasta con el exilio cubano. Admiradores de Uribe, obsesionados con Fidel y Raúl Castro tienen sus figuras más notorias en la extraña María Corina Machado y el matrimonio López-Tintori. 



Su proyecto es claro: destruir el chavismo, y eso se manifiesta en muchos niveles y de muchas formas: sediciones, fantasías, rumores, violencia tumultuaria, etc. El problema con los exterminadores es doble: en primer lugar, no tienen realmente una estrategia política, sino una serie de mecanismos locos, semejantes a los del coyote Willie; a esto se suma, en segundo lugar, el hecho de que por cada guarimbero y por cada Loren Saleh, hay miles de guerreros del teclado, de profesores universitarios furibundos y de gente que espera que el Gobierno caiga la semana siguiente pero, de todos esos, solo una mínima parte quiere poner el cuerpo en la lucha.

Qué pasaría si llegan al poder

Retaliación generalizada contra todo lo que a ese gobierno le parezca chavista. Además del neoliberalismo estándar y de agresiones semejantes a las de Macri —empeoradas por el clima político venezolano—, habrá un amplio campo para las venganzas y retaliaciones privadas, que pueden ser peores que las del gobierno. Los exterminadores no tienen nociones de táctica, de conveniencia, de ritmos y tiempos, y ven su cruzada como eminentemente moral. Como en 2002, apartarán a los sectores que consideren moderados, lo cual, a la larga, beneficiará al chavismo, pues la sociedad se repolarizaría rápidamente. Pero el costo social y humano sería enorme.

Los pacientes, los del “tiempo de Dios”


Al final de las últimas elecciones presidenciales en 2013, Henrique Capriles había logrado lo que ningún otro dirigente de oposición antes: convertirse en el líder indiscutido del antichavismo. Ese estatuto lo conservó, sin embargo, durante muy pocos días. Todos sabemos lo que pasó: los exterminadores impusieron la línea del fraude y, con ello, ganaron la hegemonía en la oposición hasta el fracaso de la guarimba. La denuncia de fraude en este caso no se dirigía solo contra el Gobierno, sino contra Capriles, en una suerte de golpe contra su liderazgo. ¿Y cómo reaccionó él? Reconoció la victoria de Maduro, luego denunció el fraude, convocó a una marcha, la desconvocó, le dijo a la gente que se sacara la arrechera y luego dijo que no lo había hecho. 


 
El fracaso de Capriles no es solo su drama personal: es el de lo que podría ser una centroderecha propiamente dicha que se disputaría con el chavismo cierta parte del espectro político, pero que simplemente no puede prosperar, no solo porque los exterminadores la sabotean, sino porque ni la dirigencia ni la base, honestamente, saben qué carajo hacer. Aun así, habría mucho campo para una oposición estratégica, pero contra eso conspira no solo la falta de idees politiques de este sector, sino su irresolución, que expresa muy bien la frase más conocida del gobernador Capriles sobre esperar el “el tiempo de Dios”, sea lo que sea que signifique eso.

¿Qué pasaría si llegan al poder? 
 
El total y absoluto caos. Imaginemos la actitud de Ramón Muchacho ante la guarimba o las indecisiones de Capriles en 2012 respecto a si “cantaba” o no fraude, multiplicadas y llevadas al más alto nivel del gobierno: tomando una medida para complacer a un sector, deshaciéndola para complacer a otro. Esta sería una versión débil del gobierno de los exterminadores, quienes, como ocurre siempre, conspirarían constantemente contra él, hasta convertirlo rápidamente en un escenario de su predominio.

Los instalados

Incluso en su peor momento, la oposición venezolana no ha bajado nunca de alrededor del 30% de los votos, es decir, de representar al menos un tercio del electorado. Eso quiere decir que, necesariamente, muchos cargos de representación, desde simples concejales a gobernadores y diputados, están, de hecho, monopolizados por el antichavismo. Cada uno de esos cargos viene con sus remuneraciones y sus recursos, a los que se unen los recursos que se mueven gracias a contribuyentes y financistas nacionales e internacionales. Eso quiere decir que existen buenas oportunidades para el que quiera prosperar haciéndolo a punta de “temas mensuales”. Entre los viejos y los nuevos partidos, hay una buena cantidad de elementos que, si el chavismo se comportara de otra manera, hace mucho tiempo habrían dejado de ser de oposición o habrían moderado mucho, mucho sus posiciones.



¿Qué pasaría si llegan al poder?

Completo oportunismo sería el diagnóstico en este escenario, que es el más improbable de los tres. Seguramente, habría instalados en cada bando, tratando de sacar provecho de la situación. Pero si un político de esta índole llegara a la Presidencia,  simplemente trataría de “correr la arruga” para disfrutar de su posición el mayor tiempo posible. Como en el caso anterior, eso llevaría, seguramente, a que otra facción más decidida tomara la delantera. Al final, todo termina en las manos de los exterminadores.

www.supuestonegado.com

martes, 3 de mayo de 2016

Perdone señor Mendoza por haber votado por Chávez y Maduro




Freddy Martínez

Hoy estuve en una cola intentando comprar pan en una panadería cercana a una plaza de catia y mientras esperaba el turno para pagar me vino un pensamiento, que más que pensamiento es como buscar la manera de pedirle perdón al señor Lorenzo Mendoza; sí, así como lo digo, perdón por haber apoyado a Chávez, perdón por haber ayudado en poner de presidente a Nicolás Maduro.

Perdóneme señor Lorenzo, usted que es dueño de la harina, dueño de la pepsicola, dueño del aceite, dueño de las ilusiones, dueño de la mantequilla, dueño de los jabones, dueño de la lascivia, dueño de las portadas, dueño de la malta, dueño de la polar, dueño de la esperanza, dueño de nuestra hambre pues, que no se nos quitará hasta que el vaso de su prosperidad se reboce y alcance para todos nosotros en dicha de quienes una vez el horizonte equivocamos.

No me quedan dudas señor Lorenzo; fíjese, yo tengo una casita por allá por nueva caracas, que la hice de mi trabajo de muchos años como chofer de la biblioteca nacional y he pensado mucho en estas cosas que nos están pasando a los venezolanos. Si le hubiéramos hecho caso a sus amigos empresarios y al presidente carmona en su momento no estuviéramos pasando el hambre que hoy pasamos por culpa de usted sabe quien.

Ahora, cómo fue que se me ocurrió confiar en Maduro, si la misma doña virginia me lo machaca cada vez que voy para su casa de bello monte en eso de regarle los tulipanes morados de su jardín. Cómo fue que mi vista se nubló por tanto tiempo, yo que a muchas marchas fui para escuchar al comandante con el cuento aquel de que íbamos pa' potencia y otros cuentos olorosos a jazmín.

Fíjese, ayer hablé con un amigo chavista; a pesar de todo lo que discutimos él sigue siendo chavista. Yo le digo: piensa en tus hijas Oscar Camero que de cuentos no vivimos las personas. Piensa en esas muchachas que están creciendo -le repito- y el amigo sólo me atina a responder que estos empresarios lo que están es poniéndome una pistola en la pata de la oreja para que cambie lo que tengo en mi conciencia.

Este amigo me rezonga largamente que los empresarios parásitos me están poniendo de rodillas por haber votado a Chávez, que es como decir: “Dame tu poder por este kilo de harina que hoy te escondo”. “O la bolsa del gobierno que me corresponde o la bolsa de tu estómago, ¡decide!”.

¿Y qué es lo que tengo en mi conciencia? -le pregunto- porque yo lo que sé es que debo llevarme aunque sea un paquete de harina pa' la casa; ahora, si eso es lo que tu crees, entonces eso es lo que tengo por conciencia -le contrarrezongo-.

Tengo los ojos clavados en lo alto, pienso en el jardín de doña virginia que lo siento como mi propio jardín, siento su angustia de hija de patriarca, de ese ilustre apellido que termina con ella. Pienso también en los hijos del señor Lorenzo, que preocupados deben jinetear en algún country veraniego pensando en el futuro de estos muchachos de aquí, de la cañada, de lídice, de la silsa y hasta los del 23.

Señor Lorenzo, yo no lo conozco; sólo lo he visto por televisión y me complace todo lo que ha hecho por nuestra hambre. ¿Que Maduro no quiere darle los dólares? Pero qué podemos esperar de ese señor que lo que nos está llevando es al despeñadero, como dice el míster del grano de maíz al que siempre leo en aporrea.

Otra cosa, yo no lo envidio -líbreme dios de ese mortal desliz- porque sé que usted se ha ganado todo lo que tiene porque usted se ha jodido mucho desde que era un muchacho. Aquí en nueva caracas la gente habla mucho de usted y me parece que eso que le está haciendo el gobierno no tiene perdón.

-¡Maduro vale dale los dólares al señor Lorenzo que esa plata no es tuya! -¿No y que el pueblo es el que tiene el poder? -bueno, ¡yo soy del pueblo y qui-e-ro-que-Mendoza no-cie-rre-sus-em-pre-sas!

Yo no sé, pero ahora que me pongo a pensar, de verdad verdad antes éramos bien felices. Pero es que antes no existían los chavistas. Aquí Oscar Camero vuelve a jurungarme la lengua y me dice que estoy repitiendo lo mismo del 89 cuando había celebrado por carlos andrés cuando la campaña del 'gocho pal 88', pero y que a los meses estaba yo saqueando un camión de carne por los lados del observatorio y pidiendo la renuncia del adeco.

-¿Saqueador yo? Esto era lo que me faltaba; escucha Camero -le lanzo un derechazo verbal- si este gobierno hasta le quiere quitar las empresas al señor Lorenzo Mendoza que es más poderoso que el pastor bertucci, cómo será para ti que sólo tienes una finquita por allá en yaritagua, esa más rápido te la quita el comunismo. -Le aclaro-.

Pero el asunto con los chavistas es que nunca dan su brazo a torcer, ahora el amigo Camero me rebota en clave de lírica vieja y vaticinando que cuando vuelvan los adecos trasportados en los tipos de voluntad popular me verá de nuevo trancando autopistas con otro millar de nostálgicos sólo para cobrar la jubilación como chofer de la biblioteca nacional y que hoy Maduro me la paga religiosamente. Si luis...

Bueno, ya para ir cerrando este pensamiento mio, le digo señor Lorenzo que usted todavía es muy joven, pero aún así, parece usted el padre de todos los venezolanos. Usted es como berlusconi, el padre de todos los italianos. O como macri, el padre de todos los argentinos. ¿No será usted dueño del magallanes? Jajaja. ¿No será usted familia de lorenzo el magnífico? Jajajaja.

Yo ya le pedí perdón por lo de Chávez, pero no me importa repetirlo. ¿Cuántas cosas nos hubiéramos ahorrado? Si pudiéramos regresar al 98; por lo menos bastante agua y luz tendríamos, bastantes cervezas embucharíamos, bastantes compotas tendríamos en esta nevera china, que pa' que sirve que fuera china si está más vacía que la esperanza perdida del tirano aguirre por allá en el sitio del tocuyo.


jueves, 14 de abril de 2016

La oligarquía Koch detrás de la guerra financiera contra el continente

 

 

William Serafino

misionverdad.com

Creer que el enemigo que estamos enfrentando se llama Lorenzo Mendoza o la caterva de empresarios bachaqueros y gestores de corporaciones transnacionales agrupados en Fedelambucios o Conseladrones, impide comprender las dimensiones de la guerra financiera que le están aplicando a Venezuela y a otros países del continente.

 

Petróleo y negocios

    La oligarquía Koch, originaria de Wichita, estado de Kansas, representa la segunda corporación más grande de ese país y una de las más grandes del mundo. Factura ganancias anuales superiores a los 100 mil millones de dólares, y al estar asentada en el negocio petrolero transnacional, figura como los grandes competidores de Exxon Mobil, tanto a lo interno de Estados Unidos como en el resto del mundo donde exista una mina que explotar. 

    Su estructura económica supera la mera extracción y distribución de petróleo y gas, desplegándose hacia inversiones y negocios en sectores tales como la producción agrícola, fertilizantes, textiles, extracción de minerales, petroquímica y servicios financieros. A estas alturas y con semejante expansión de su poderío económico, se suman otros enemigos declarados al conglomerado de Industrias Koch: Bayer, Cargill, Monsanto, etc. 

    La oligarquía Koch se encuentra inmersa en las profundidades de Wall Street a través de una infraestructura accionaria y de inversiones bursátiles donde JP Morgan Securities (Marc Koch es su vicepresidente, hijo de Charles Koch), Goldman Sachs y Black Rock llevan la batuta. Tres monstruos financieros globales que, al formar parte importante del conglomerado corporativo de esta oligarquía, dirigida por los hermanos Charles y David, permiten abrir todas las compuertas necesarias para beneficiarse de los monumentales estímulos financieros (en dólares contantes y sonantes casi gratuitos) de la Reserva Federal. 

      Poder y política
Una oligarquía con tales niveles de concentración y acumulación de capital como la que estamos describiendo, le urge crear organizaciones conspirativas, grupos de presión y lobbys políticos transnacionales que protejan sus intereses globales y desarrollen estrategias para expandir su poder.


    La oligarquía Koch es dueña del Instituto Cato, un tanque de pensamiento que desarrolla planes económicos neoliberales y promueve la formación de cuadros gerenciales y asesores de primera línea para el desmantelamiento progresivo de todo aquello que tenga tufito a sector público, sean empresas o subsidios. De este instituto forma parte María Corina Machado, el banquero Oscar García Mendoza, Thor Harlvorssen Mendoza (primo de Leopoldo López) y Steve Hanke, su sicario financiero con el estandarte de director. Cedice Libertad es la subsidiaria del lobby político de los Koch en Venezuela, institución que colocó a Steve Hanke como asesor estrella en los planes de privatización de la Agenda Venezuela y en el saqueo del Banco Central de Argentina.
    También financia al Instituto Heritage. Si bien esta organización realiza actividades de presión económica interna y externa similares al Instituto Cato, también actúa como un grupo de asesoría militar en conflictos de alta intensidad (Irak) que macera Estados Unidos con su política de intervención. Por cierto, Hernando de Soto, uno de los más brillantes abortos de esta institución, estuvo en Venezuela hace poco, invitado por Julio Borges, para que hablara sobre cómo la dolarización es la mejor medida de mercado para mantener las pocetas limpiecitas como un sol.
Estos dos tanques de pensamientos, grupos de presión política y económica y parrilla de asesores corporativos, encabezan la primera línea de ataque en contra de Pdvsa y el BCV: los dos pilares de resistencia ante el asedio financiero transnacional.

Guerra financiera

 La aplicación de esta infraestructura de poder económico y financiero de la oligarquía Koch ha tenido los siguientes efectos en la región. Es el 1% haciendo política y llevando a cabo su plan de desmantelamiento del Estado en pro de la instalación de un gobierno corporativo aliado a sus intereses.

En Brasil, los dos agitadores fundamentales para el despliegue de protestas masivas en contra del gobierno de Dilma Rousseff, fueron formados, preparados y financiados por otro tanque de pensamiento de la red Koch llamado Atlas Economics Research Foundation. Esta institución sirvió de laboratorio para la gestación de propaganda en contra de la pertenencia de Brasil en los Brics y para financiar actividades de la "sociedad civil" (académicas, de beneficiencia, religiosas, etc.) que coludieron en grandes movilizaciones en contra de Dilma: la base social –clase media– del golpe en marcha.
Por otro lado, JP Morgan Securities, dirigido por un hijo de la oligarquía, encabezó una serie de demandas ante un tribunal y juez de New York, Jed Rakoff, en el año 2015, acusando "pérdidas" de sus inversiones en Petrobras y afirmando que sus niveles de endeudamiento eran "insostenibles".
Este fue el giro de los Koch que inició la arremetida de las calificadoras de riesgo y demás bancos de Wall Street, quienes se encargaron de mostrar a nivel internacional a una Petrobras quebrada por "la corrupción" como única responsable de la recesión, de la inflación, de la devaluación y del reducido flujo de inversiones en la nación.

Más que suficiente para gestar el panorama de inestabilidad programada en el cual se desplegarían la burguesía brasileña y el poder judicial en sintonía con esta estrategia de estrangulamiento político y financiero ejecutada desde el extranjero. Ya sabemos, entonces, que la oligarquía del 1% más rico del planeta terminará monopolizando la portentosa cumbre de Pre-sal en Brasil (uno de los yacimientos petroleros más importantes de la región) en caso de concretarse el golpe.

En Argentina, el inversor corporativo estadounidense Paul Singer ganó una larga batalla especulativa sobre la deuda en Argentina, y de la mano de Macri recibió la llave dorada de las bóvedas principales del Banco Central argentino para extraer los miles de millones de dólares que nunca invirtió y que ahora faltan para evitar que el peso se devalúe más. En la senda del desarrollo y del crecimiento económico hay que hacer grandes sacrificios; que lo diga Singer, campaneando su whisky.

Sin embargo, Paul Singer no actuó solo para atacar al sistema financiero argentino durante la gestión de Cristina ni para moverse políticamente en pro de meter sus manos en las reservas internacionales. La red de poder y guerra financiera de la oligarquía Koch sin duda le prestó mucha ayuda con la utilización de su poder de influencia en los tribunales de New York (con el juez Thomas Griesa) para judicializar al país e impulsar una estrategia de bloqueo financiero, que a su vez sirvió para diseñar las expectativas y las directrices con las que las calificadoras de riesgo y bancos globales de Wall Street vilipendiaran a Cristina como responsable absoluta de "la crisis" en Argentina.

Steve Hanke fue, una vez más, el gran justificador de esta guerra contra el sistema financiero argentino, aseverando que la privatización y el ajuste era la única vía para que Argentina "mejorara" su situación económica en los principales medios de comunicación globales. Paul Singer y la oligarquía Koch comparten constantemente eventos públicos de financiación del partido republicano y eventos internacionales de empresarios corporativos. Juegan en llave en público y a nivel de conspiración financiera internacional. Los Koch a través de Singer gobiernan Argentina gestionando los fondos buitre: su silla presidencial de facto.

En Venezuela la estrategia de destrucción de los sistemas de precios a través del alza programada del dólar paralelo y el bloqueo financiero internacional, amalgama a los mismos actores y estructuras tercerizadas y organismos donde tiene influencia la oligarquía Koch. Cedice, JP Morgan, Goldman Sachs, Instituto Hertage, Steve Hanke, consultoras financieras y el Fondo Monetario Internacional son parte del despliegue de esta oligarquía que actúa simultáneamente en dos grandes frentes: solidificar el bloque financiero contra el país y generar un caos inflacionario a lo interno, pasando por la degradación crediticia hacia Pdvsa y del país en general.

Es en ese marco de operaciones externas, de asedio y presión económica programada, que la burguesía parasitaria baila al ritmo del colapso. Lorenzo Mendoza, Fedelambucios y Conseladrones son tan sólo los operadores internos del caótico ritmo que impone la orquesta de desestabilización global marca Koch. Por su parte, la judicialización de Pdvsa en tribunales estadounidenses (ahora en Houston, ciudad de grandes inversiones de esta oligarquía), con el beneplácito y apoyo del aparato de espionaje gringo, también se corresponde a los órganos judiciales que dirigen los Koch, ahora funcionales a la aplicación criolla del formato Petrobras y de los fondos buitre: el colchón legal, el blindaje jurídico, de la guerra financiera contra el continente.

Lo que hay detrás

A esto es lo que nos estamos enfrentando: un conglomerado corporativo y financiero con una enorme capacidad de maniobra que mueve los hilos, las expectativas, los escenarios y los puntos álgidos que dirigirán la guerra financiera, en sus frentes internos y externos, contra toda acumulación mínima de estabilidad económica y política del país.

Sin embargo, tal nivel de despliegue agresivo tiene otras explicaciones en el contexto de la gran guerra de capitales globales por la monopolización del aparato de producción, contexto que sacude a todo el planeta en la actualidad.

La oligarquía Koch ha insurgido como uno de los grandes productores de esquisto, y gracias al levantamiento de las prohibiciones para la exportación de crudo de 1973, su despliegue a partir del fracking ha llegado a los mercados internacionales. Dado que los Rockefeller no quieren perder su privilegiada posición financiera dentro de Estados Unidos y en el mundo, tiraron para el piso los precios del petróleo en llave con Arabia Saudita y facciones bancarias de Wall Street relacionadas con la administración Obama directamente. La idea de esta maniobra es romper el negocio exportador de los Koch, el crecimiento de su producción interna en Estados Unidos y reventar su saturación de deuda con sus inversores.

La agresividad de la oligarquía Koch por intentar monopolizar las reservas energéticas y la plusvalía que generan Brasil, Argentina y Venezuela (bloque Mercosur) tiene como punto de origen esta guerra contra Exxon Mobil y los Rockefeller, que en el “cambio climático” como falsa cruzada moral y en la utilización de instancias gubernamentales encuentra varias explicaciones. No de gratis van hasta los extremos buscando destrozar los Estados de estos países para imponer su conglomerado corporativo sin tener que pagar impuestos, discutir leyes laborales, subsidios o perderse en trabas burocráticas. Es la única alternativa viable para que la dinamita de esta guerra interburguesa no les reviente el alma y sean devorados por su propio endeudamiento.

Decirse asediado por el 1% no es un acto de propaganda. Tiene sus efectos palpables en la realidad. Ellos tienen su plan y a punta de tiros, bombas, invasiones, guerras mercenarias y extorsiones financieras lo están aplicando, ocasionando un desastre mundial inédito y letal.

Y supuestamente es la libertad empresarial y el desarrollo de las corporaciones la salvación del planeta. Sí Luis.

Fuente: misionverdad.com 


 

















viernes, 4 de marzo de 2016

Todos los caminos de la MUD conducen al estallido


Freddy Martínez




Todas las estrategias trazadas por la dirección política de la MUD conducen a la provocación de un gran estallido social semejante al 27 de febrero de 1989, estallido que por su letal impacto condujo al debilitamiento moral y político del régimen puntofijista vigente en Venezuela desde el derrocamiento del general Marco Pérez Jiménez en enero de 1958, hasta los inicios de la Revolución Bolivariana en la última década del siglo XX.



La derecha política con todos sus demás amiguitos: Fedecámaras, gusanería mayamera, cúpula eclesiástica, militares gorilas, medios corporativos y la White House, aceleran el curso de los acontecimientos para que se produzca un nuevo Caracazo con el objetivo de legitimar la aniquilación del chavismo como proyecto popular.



Embriagados tras el triunfo electoral del 6-D, los estrategas de la MUD estiman que la guardia de la desestabilización económica no debe bajarse. Consideran sus dirigentes que Maduro está técnicamente caído como para ofrecerle apoyos innecesarios a un plan de emergencia que para ellos significa perder el tiempo en el cronograma que abre el camino de la restauración neoliberal.



Todos los signos discursivos de los dirigentes de la MUD destilan ese deseo que tiene como fin llevar al chavismo a una catástrofe similar a la que sepultó políticamente a Carlos Andrés Pérez, y luego a todo el régimen bipartidista que gobernó a la nación durante 40 años.



Es un anhelo que no ocultan los capos de la coalición contrarrevolucionaria en sus diarias declaraciones públicas. Nada dejan detrás de la cortina. El renegado “Chúo” Torrealba acaba de soltar en los medios que la MUD sólo se reúne para discutir la salida inmediata del presidente Maduro de Miraflores.



En una entrevista concedida a Unión Radio y que rebotó en todos los medios escritos, el Chúo masculló que “hay que diseñar la estrategia para llegar hasta el punto en que efectivamente se produzca o bien la renuncia del señor Maduro o bien la activación de los mecanismos que conduzcan a una elección adelantada”. “Chúo Torrealba descarta referendo constitucional” Ciudad CCS, 29/02/2016. pag. 11.



En ese afán por jugar siempre a la posición adelantada, los tipos de la MUD no se guardan nada; el pran encargado de Voluntad Popular, el diputado Freddy Guevara, acaba de espetar que de nuevo se deben activar las protestas callejeras para tumbar al gobierno chavista.



El tufillo a Golpe de Estado se destila en el sobaco de todos los fanfarrones oposicionistas cuando posan frente a cualquier cámara de televisión.



Así los acontecimientos, el caso de Chile se repite sin que el gobierno revolucionario y el movimiento popular lo impidan: las colas para adquirir alimentos no cesan, la especulación no se frena, los golpes que debilitan al bolívar como moneda continúan; sucesivamente sigue el acaparamiento de productos, la escasez de medicinas y, entre otros elementos inquietantes, siguen los sabotajes al servicio eléctrico, ocasionando peligrosos niveles de desesperación entre la población que no percibe que Lorenzo Mendoza sea uno de los arquitectos de este complot económico que hoy sufrimos los venezolanos.



Hay planes macabros que buscan cambiar el rumbo político de Venezuela. La derecha le echa fuego a la solución final del estallido social porque es la única oportunidad para fomentar la convocatoria a una nueva Constituyente y así echar al basurero de los recuerdos a la Constitución Bolivariana y a las nuevas instituciones del Estado. 



Ciertamente, para este propósito deben redactar otra Constitución, porque de otra manera no pueden gobernar a este país que se adaptó a vivir en ciertos niveles de bienestar alcanzados en 17 años de gobierno bolivariano. El pueblo venezolano se acostumbró a tener la despensa llena, a cambiar regularmente los electrodomésticos y a viajar por el mundo con muchos dólares acuñados en las tarjetas de crédito.



Hoy, cuando el boicot oligárquico le niega al pueblo hasta la harina para las arepas, la realidad social está girando hacia una rebelión a punto de reventar. La derecha juega con esta favorable circunstancia y trabaja para provocar el estallido que legitime la restauración de la Cuarta República; ésa que dejó como legado los cordones de miseria en ciudades y pueblos, los niños de la calle, los desaparecidos, el Caracazo, la entrega de los recursos estratégicos al imperialismo y la descarada subordinación a las corporaciones financieras del BM y el FMI.



¿Pero esta dirigencia oposicionista posee las cualidades y las condiciones que se precisan (moral incluida) para conducir una rebelión de tal magnitud? Repasando las páginas de las recientes revoluciones de colores activadas en las repúblicas del este europeo y la primavera árabe aplicadas en Egipto, Libia y Siria, pensamos que es una pertinente pregunta que siempre debemos hacer. 

Freddy Martínez, periodista venezolano

martes, 16 de febrero de 2016

Empresas Polar no produce alimentos



William Serafino

Empresas Polar tiene más de 60 años promocionándose de forma desesperada y brutalmente fastidiosa como "la principal empresa productora de alimentos" de Venezuela. En su caso particular, el recurso propagandístico de repetir hasta la saciedad una mentira hasta que se convierta en verdad, no le ha rendido los beneficios políticos anhelados.

Parásitos por obra y gracia del rentismo petrolero

Sólo basta revisar por encimita la producción propagandística de Empresas Polar para darse cuenta de los cuantiosos esfuerzos narrativos y mediáticos que ha destinado dicha organización para convencernos de que verdaderamente existe una carga genética proveedora de infinita "genialidad", "brillantez" e "inventiva" corriendo de generación en generación por la sangre de la familia Mendoza.


Por más que Empresas Polar busque desesperadamente posicionarse como la organización empresarial pionera en la "producción" de alimentos, dirigida ayer y hoy por "excelsas personalidades" del mundillo universitario caraqueño, la historia económica venezolana del siglo XX les arrebata las alas de cartón piedra y los sienta de nalgas como corresponde.

En ninguna publicidad de Empresas Polar se dice, por ejemplo, como Eugenio Mendoza consiguió ser el principal accionista venezolano de la transnacional gringa Cargill mediante la captación fraudulenta de la renta petrolera. Tampoco dicen que la monopólica infraestructura agroindustrial que exhiben en la actualidad (molinos, empaquetadoras, etc.), publicitada durante los años 60 y 70 como el logro empresarial más importante de la época, estuvo íntimamente relacionada al saqueo estructural de la renta petrolera, a la definitiva (y estilizada) dependencia tecnológica, a jugosos contratos de importación de materias primas e insumos y al abandono absoluto de la producción agrícola.


Mencionado proceso de neocolonización económica tuvo como principal figura al diplomático y lobbysta comercial Luis Alejandro Mendoza Fleury (pionero de Empresas Polar), quien entre los años 1942-1955 estaría relacionado en ciudades como Philadelphia y New York con emporios transnacionales (Cargill, General Mills, Standard Oil, etc.), diseñando y planificando como se entregaría sin chistar, durante la segunda mitad del siglo XX, la renta petrolera a cambio de chatarra agroindustrial, insumos tecnológicos y materia prima agrícola.

El operador interno de este pacto económico fue Eduardo Mendoza Goiticóa (hermano de Eugenio Mendoza), quien asumió la jefatura del Ministerio de Agricultura y del Ministerio de Fomento durante el gobierno de Rómulo Betancourt. Fueron desde esas posiciones de poder, y en nombre de la "industrialización venezolana", que el constante (y casi absoluto) flujo de la renta petrolera fue a parar en Estados Unidos en pro de la consolidación de contratos de importación, concesiones financieras y atractivas exoneraciones fiscales que ya venía macerando Luis Alejandro Mendoza Fleury. 

 


Una familia comprometida con la entrega del país. Un sembradío de chapas y botellas

Empresas Polar durante este proceso histórico se posicionó en el espectro económico venezolano como el principal cartel de importación, procesamiento, empaquetado y comercialización de agroconfeti extranjero. La actividad parasitaria de dicho emporio nunca planteó dentro de su diseño económico incentivar por cuenta propia la siembra nacional de maíz, girasol, arroz, tomate, entre otros rubros necesarios para que Empresas Polar se autoabastesca y siga manteniendo la vorágine constante en sus líneas de empaque.

Optaron por la solución más lucrativa: sacarle el máximo provecho a la renta petrolera en detrimento de la agroproducción

La decisión (estratégica) de Empresas Polar dirigida a no propiciar la producción nacional de rubros agrícolas indispensables fue vorazmente estimulada por el deseo infinito de conseguir ganancias superlativas con el menor esfuerzo posible. Esta es la "inventiva" y la "brillantez" a la cual se refieren.

Invertir capital en producción, en tecnología de punta y en la ampliación de las capacidades productivas del campo venezolano, incluso desde la lógica contaminante del monocultivo patentada por Monsanto, significaba para Empresas Polar perder tiempo, y el tiempo es dinero. Optaron por la solución más lucrativa: sacarle el máximo provecho a la renta petrolera, con el firme propósito de favorecer desmesuradamente la megaimportación de maíz, girasol, arroz, pasta de tomate, trigo, aceites vegetales, lomo de atún, estabilizantes, compuestos químicos, maquinarias, nuevas líneas de empaquetado y cualquier tuerquita, fusible o bombillito que necesite el castillo de naipes para verse reluciente.



La verdad duele tanto como las expropiaciones

En el año 2005 fueron expropiados en el estado Barinas los silos de Empresas Polar (bajo el nombre de Promabasa) por incurrir en prácticas de sabotaje y desestabilización económica.
Cinco años más tarde, en el estado Lara se expropiaron 21 hectáreas de terreno propiedad de Empresas Polar. En dicho espacio se encontraban enormes depósitos y galpones en condición ociosa, donde aparcaban de vez en cuanto tres o cuatro gandolas haciendo el paro de que ahí entraba y salía infinidad de mercancías.

Si bien estas dos importantes expropiaciones favorecieron a que la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (Casa), adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, colocase bajo absoluta rectoría pública la administración de los silos más importantes del país, el dato que está de fondo es mucho más doloroso para Empresas Polar: quedó en evidencia ante el país que tienen grandes silos para almacenar materia prima importada, monumentales plantas para procesarla y empacarla, pero no tienen ni una mínima hectárea sembrada.

El Estado: el único que siembra en Venezuela

La orfandad agrícola y la exorbitante dependencia de las importaciones alimentarias que dejó Empresas Polar tras 50 años de operaciones en Venezuela es abismal. Tanto así que durante la era puntofijista y el califato tropical de la familia Mendoza, el PIB agrícola no superó la microscópica cifra del 7%.

En el año 2013, el estado Portuguesa, como consecuencia de la efectiva política de apoyo técnico y financiero a productores agrícolas por parte del Gobierno Bolivariano, rompió su propio récord del año 2010 en producción de maíz y arroz con un total de 1 millón 665 mil 417 toneladas.

A finales de ese mismo año, la producción agrícola en general subió en 10,6% en comparación con el 2012.

La fábrica Pronutricos, rescatada de la quiebra por el Gobierno Bolivariano hace varios años, y encargada de fabricar harina de maíz, también rompió su propio récord de producción con 12 mil toneladas puestas a la disposición de la población en la red pública de comercialización.
Este intensivo nivel de productividad agrícola se mantuvo durante el año 2014. La producción de arroz específicamente aumentó en un 20% al cierre del año en cuestión y la producción de maíz se estabilizó en la inédita cifra presentada arriba.

Durante el año 2015 se prevé mantener estos altos niveles de producción agrícola con la puesta en marcha del Plan Siembra Soberana, el cual tiene como eje operativo cultivar 960 mil hectáreas de distintos tipos de cereales, además de ofrecer 26.000 toneladas de semillas y asistencia técnica a medianos y pequeños productores.
Por su parte, la producción de girasol, debido a las diversas inversiones que realiza el Gobierno Bolivariano en el estado Portuguesa, agregará mil toneladas adicionales al consumo interno, lo cual supera con creces las expectativas del año 2013.

El Estado venezolano, administrado primero por el Comandante Chávez y ahora por Nicolás Maduro, es el único actor económico que ha invertido seriamente en la producción agrícola, consolidando inversiones a la largo plazo, reforzando sistemas integrados de abastecimiento, almacenaje y asistencia técnica, elevando la productividad en fábricas y plantas rescatadas de la quiebra, fiscalizando el transporte de alimentos; en fin, un organigrama efectivo de políticas públicas dirigidas a reducir paulatinamente las importaciones alimentarias.


El Estado venezolano, cuando Chávez y ahora con Maduro, es el único que ha invertido seriamente en la producción agrícola

Polar no invierte nada

Empresas Polar no desea invertir sus ingentes recursos financieros depositados en el extranjero en la siembra de rubros agrícolas estratégicos para el país. Su actividad consiste, única y exclusivamente, en procesar, empacar y comercializar el maíz, el arroz, el girasol y otros rubros que produce el Estado venezolano de vital importancia para que Empresas Polar extienda su condición de indigencia económica.


Empresas Polar también importa, procesa, empaca y comercializa productos a base de trigo, lomo de atún y pasta de tomate, y no lo hace con recursos financieros propios, sino con las divisas que genera el Estado venezolano a través de Pdvsa.

Empresas Polar es, simple y llanamente, una bodega de proporciones industriales que subsiste a partir de lo que producen los demás, en este caso, el Estado venezolano. Y aún con esta innegable realidad económica que pesa sobre su lomo, Lorenzo Mendoza, el bodeguero responsable del castillo de naipes, todavía tiene el caretablismo de decir que el Gobierno Bolivariano no estimula la producción privada, cuando todos sabemos que necesita desesperadamente del Estado para seguirse batiendo una de empresario en New York.

Pero ese caretablismo viene incluido en su bozal de genes atiborrados de "genialidad"

Al igual que su padre y abuelo, la "brillantez" e "inventiva" de Lorenzo Mendoza radica en su compulsiva agromitomanía, pues en verdad él cree que tanta Harina Pan empaquetada y vendiéndose en comercios es producto de "su esfuerzo" y no de las divisas que le entrega el Estado venezolano, y ni qué decir de las gandolas llenas de arroz y de maíz que se le expenden desde los silos de la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (Casa).

Cachetada final

Las principales marcas de Alimentos Polar dependen a totalidad de la importación realizada a través de las divisas preferenciales entregadas por el Estado venezolano y del potencial productivo en el área agrícola que ha impulsado el Gobierno Bolivariano en 16 años.

Harina Pan, Arroz Primor, Mazeite y Mantequilla Mavesa dependen del maíz, del arroz y del girasol producido, almacenado y distribuido por el Estado venezolano, como también de las divisas que éste último genera para suplir las parasitarias necesidades procesadoras de Empresas Polar a través de importaciones subsidiadas.



Pastas Primor, Pampero (salsa de tomate), Atún Margarita, Rikesa y Migürt dependen de materias primas y estabilizantes artificiales que no se producen en Venezuela, por lo cual es necesario que venga nuevamente el Gobierno Bolivariano, aquel que supuestamente no le da estímulos a la empresa privada, a entregarle los dólares que no producen para que puedan realizar sus importaciones. Sólo así podrán seguir siendo parte de esa casta de inútiles llamada "empresariado nacional".


La misma mecánica ociosa, improductiva y fraudulenta se pone de manifiesto cuando sólo por medio de los dólares de Pdvsa, Cervecería Polar, puede importar cebada y lúpulo para fabricar cerveza, o cuando la inmensa gama de bebidas Pepsico, administrada por Empresas Polar, exigen con exactitud el mismo malacostumbrado procedimiento.

Polar nunca se interesó (ni se interesará) en producir alimentos. Y tanto es así que esa misma lógica improductiva llegó hasta tal punto que hasta el plástico con el que envuelven la Harina Pan, la botellita de Pampero y el frasquito de Migürt, también son importados con dólares que les otorga el Gobierno Bolivariano. Los pequeños detalles que ratifican el carácter lumpenburgués de Empresas Polar.

Fuente: http://misionverdad.com/    

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