martes, 30 de agosto de 2011

Ex-líder de Al Qaeda a la cabeza de los rebeldes libios en Trípoli


Red Voltaire

Fuente: Ria Novosti, 25 de agosto de 2011.
Traducción SC & HV Asociados para la Red Voltaire.

La rebelión armada en Trípoli fue encabezada por un antiguo emir del Grupo Islámico de Combatientes Libios (LIFG), es decir por Abdelhakim Belhadj quien fue detenido en el pasado [por terrorismo en 2004] por los mismos estadounidenses en Asia y luego enviado a Libia, ha reportado jueves pasado el diario argelino El Khabar en un interesante artículo.

En marzo de 2010, Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio liberó a Belhadj durante una amnistía nacional hecha para cientos de islamistas [fundamentalistas] en Libia. El grupo de Belhadj, que estaba según las autoridades libias vinculado a los terroristas de Al Qaida, prometió entonces renunciar a la lucha armada, y fue eso lo que hizo posible su amnistía y liberalización.



El hecho es —según el diario El Khabar—, que ha sido justamente este ex emir fundamentalista ligado a un grupo islamista quien fue designado para dirigir la «liberalización» Trípoli de los pro-Gaddafi. Esto demuestra que el salafismo (movimiento suní reivindicando un regreso al islam original basado en el Corán y la Sunna, ndlr.) predomina en la oposición armada libia, oposición más conocido bajo la etiqueta de «los rebeldes».

Por otra parte, la frecuente aparición de Belhadj en la pantalla del canal Al-Jazeera (televisión que pertenece al país Qatar, país implicado en el ataque a Libia junto con EEUU, Francia, Inglaterra) deja presagiar su «papel clave» en la Libia de mañana.

Recordamos también que Abdelhakim Belhadj actual todopoderoso gobernandor militar en Trípoli de los «rebeldes» ha estado en las prisiones de la CIA y es un conocido de las autoridades estadounidenses.



Más conocido en el pasado bajo el nombre de Abu Abdallah al-Sadek, tiene un excelente curriculum islamista. Involucrado en el jihad en Afganistán en 1988 y su organzación contaba antes de los atentados del 11 de septiembre en New York, de dos campos de entrenamiento en Afganistán en donde eran recibidos y entrenados los voluntarios extranjeros de Al Qaida. Su colaboración con los servicios de inteligencia occidentales actualmente es una prueba que al Al Qaida siempre ha estado piloteado por la CIA.

Manifestaciones en contra de Muammar Gaddafi, en el poder durante más de 40 años, entró en erupción en Libia a mediados de febrero antes de que se conviertan en una intensa protesta popular, protesta apoyada militarmente por los países de la OTAN.


El 22 de agosto los insurgentes finalmente tomaron la capital [gracias a la ayuda militar de las potencias occidentales] y ahora controlan más del 90% del territorio. Sin embargo, hasta ahora, todavía hay muchos focos de resistencia pro-Gaddafi en la ciudad.

sábado, 27 de agosto de 2011

EEUU, Al Qaeda, y países europeos acentúan guerra de rapiña sobre Libia

Enrique Muñoz Gamarra (*)


Es imposible quedarse en silencio ante el genocidio de las hordas de la OTAN y Al Qaeda contra Trípoli. Prácticamente del sábado al martes (20 al 23 de agosto de 2011) el complejo presidencial de Libia, Bab al-Aziziya, soportó bombas sónicas y, en general, una andanada de misiles de la OTAN. Esta organización criminal, dirigida por los militaristas estadounidenses, ha efectuado 7.500 bombardeos y 20.000 incursiones aéreas sobre Libia. 

Las tropas de invasión están conformadas por mercenarios provenientes de los comandos de elite de Francia, Inglaterra (comandos del servicio especial aéreo SAS) y los EEUU (comandos especiales DELTA y un número indeterminado de agentes de inteligencia, los que realmente dirigen las operaciones militares), además, de los países árabes, como las fuerzas especiales de Qatar que fueron transferidos desde Benghazi donde estaban como seguridad de los “dirigentes” del Consejo Nacional de Transición. También las fuerzas reales de Jordania. Todo esto unido a las fuerzas paramilitares (Al Qaeda), es decir, pandillas y jihadistas, que no son precisamente creyentes del Islam, sino, grupos de choque politizados por el Pentágono, como parte de la reacción religiosa que allí operaban ya desde hace algún tiempo.  



Hay guerra psicológica extrema de distorsión informativa sobre los hechos en Libia. Toda la prensa occidental está comprometida en esta situación. Directamente la OTAN junto a la fuerza aérea de EEUU han estado tirando volantes y panfletos sobre Trípoli instando, a los combatientes revolucionarios que defienden la ciudad, a la rendición. Es toda una ofensiva mediática contra Libia. Una gran ofensiva de desinformación y distorsión que alcanza también, lamentablemente, a Xinhua, China Daily y Ria Novosti que, en este caso, utilizan fuentes de la BBC, Al Jazeera y el resto de la prensa que ya sabemos en que dirección orientan sus primicias. Es lamentable que estos medios no hayan sido capaces de ir a los mismos lugares donde se dan las noticias teniendo los medios económicos suficientes para hacerlo. Aquí es saludable la acción del Blog leonorenlibia.blogspot.com que aun en una situación muy difícil desarrolla una información realista. 

Se ha denunciado, incluso, que junto a los periodistas internacionales que estaban varados en el Hotel Rixos de Trípoli había agentes de espionaje del Pentágono, disfrazados de periodistas, atemorizando a corresponsales de guerra no adscritos a la tendencia de la OTAN y a Al Qaeda. Las notas al respecto son las siguientes: “fuimos advertidos por los de CNN, por ejemplo, de no hablar de Al Qaeda porque de lo contrario serían asesinados. Fue una amenaza velada expresada directamente a mi” (Mahdi Darius Nazemroaya, intelectual y corresponsal de guerra de Global Research). Hace unos instantes también recibí notas de denuncia de Voltairenet por intentos de arresto contra su presidente, Thierry Meyssan, en el Hotel Rixos de Trípoli. 




EnY, como se esperaba, ahora Libia está a la espera del ingreso de las fuerzas terrestres de ocupación. Esto fue confirmado por la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu. Entonces la lucha va ser muy dura, máxime si se tiene en cuenta la entrega de miles de armas al pueblo, y al avituallamiento militar casi intacto con que cuenta el ejército libio bajo dirección política de Muammar al Gadafi que ahora ha pasado a la clandestinidad. Entonces a partir de aquí se abre un nuevo frente de guerra para los EEUU.  




Organizaciones internacionales contra Libia. En primer lugar, la ONU, que dio la partida a toda esta destrucción y anarquía a través de su Consejo de Seguridad, el 17 de marzo de 2011, cuando aprobó la Resolución 1973 que establecía una zona de exclusión aérea sobre Libia. La Corte Penal Internacional (CPI) que el 27 de junio de 2011 emitió una orden de arresto contra Muammar al Gadafi, Saif a-Islam Gadafi y Abadullah al-Sanussi (2). La Liga Árabe que había suspendido a Libia como Estado miembro en febrero de 2011, hoy mismo (jueves 25 de agosto) ha restituido su puesto permanente en el Consejo de esta organización. Y las bancas europeas que congelaron los depósitos de Libia para entregarlas a las bandas paramilitares de Benghazi.  

La ofensiva contra Trípoli se encubó en la “reunión del grupo de contacto” efectuada el 15 de julio de 2011 en Estambul (Turquía) donde los países comprometidos en esta perfidia reconocieron oficialmente al Consejo Nacional de Transición controlado por la OTAN a través de sus mercenarios de Al Qaeda y al que no asistieron Rusia y China. Más aun, Rusia ha dicho claramente que no reconocerá a este Consejo Nacional de Transición hasta mientras no se aclare la situación general de Libia (3). 




Al fin y al cabo la OTAN no es tan sólida como se creía. Primero, Alemania no estuvo de acuerdo con la Resolución 1973 de exclusión aérea sobre Libia y se abstuvo en esa votación. Luego, Holanda, en el mes de julio, rechazó los bombardeos de la OTAN sobre Libia (4). 

Al Qaeda y OTAN, como siempre están juntos, esta vez, en Libia. En realidad la presencia de las fuerzas paramilitares occidentales, en toda la ofensiva en Oriente Medio y el Norte de África, ha sido de primer nivel. Han cumplido un papel determinante junto a la fuerza aérea de la OTAN y los EEUU (helicópteros, cazas, aviones sin piloto, etc.). La reacción religiosa desde su vertiente islámica yihadista o integrista cumplió su papel para el que fueron creados. Según la prensa internacional se estaría dando una verdadera conjunción de estas bandas paramilitares: la brigada de los mártires del 17 de febrero, la brigada Abu Ubaidah Ibn al-Jarrah (posibles autores del crimen del general Abdul Fatal Yunis), tambien, los mercenarios del Grupo de Combate Islámico de Libia, y, junto a ellas, como no podía ser, los mercenarios y paramilitares pro-occidentales, igual que los anteriores, de la Hermandad Musulmana. Se dice que en la “Conferencia para el Diálogo Nacional” realizada en Benghazi el 28 de julio de 2011 habrían participado unas 350 personas en representación de estos grupos de mercenarios y paramilitares y probablemente agentes de inteligencia y provocadores salidos de los laboratorios del Pentágono.



¿Colusión EEUU con China y Rusia para ahogar a Libia? Aunque las confrontaciones interimperialistas son muy duras no podemos negar que haya colusiones en este proceso, justamente, para contener ciertas situaciones. El caso libio podría ser un caso de este tipo. Se entiende que en toda confrontación hay avances y retrocesos. En este caso, occidente avanzó y China y Rusia han dado un paso hacia atrás. Ciertamente, esto es solo por el momento, porque en el caso sirio el asunto va ser muy complicado.

Definitivamente. Pues ambos no querrán dar marcha atrás. Por lo menos esa es la apreciación del momento. Entonces en este caso (libio) los hechos fueron muy claros: en un primer momento, intensos viajes de la diplomacia estadounidense hacia Pekín y Moscú. Luego, la abstención de ambos países cuando se aprobó la resolución 1973 en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Después, su impávida observancia de las masacres de la OTAN contra el pueblo libio a lo largo de los siete meses. Y, finalmente, si bien es cierto Rusia advirtió que no reconocerá al nuevo gobierno del Consejo Nacional de Transición (CNT), en tanto China pidió a la ONU que tome cartas en el asunto para una transición pacifica en Libia, además, recordarle que sus inversiones en Libia sobrepasan los 18.000 millones de dólares.



También lamentable la posición de Irán. El ministro de relaciones exteriores de Irán, Ali Larijani, envió felicitaciones el martes 23 de agosto de 2011 a Benghazi “por su triunfo en el derrocamiento del dictador del país” (5) Algo parecido también sucede con el movimiento insurgente Hezbollah libanés.

Y, tras estos hechos, se inicia una descarada repartija del botín. Las siguientes transnacionales son las grandes beneficiarias: Total de Francia, ENI de Italia, Brittis petroleum de Inglaterra, Repsol de España y las estadounidenses, Exxon-Mobil, Chevron, Occidental Petroleum, Hess y Conoco Phillips (6). Pero, en general, EEUU, Inglaterra, Francia e Italia están sedientas por los proyectos de reconstrucción tras esta estocada en Libia.




Pero también China participa de esta voracidad. En efecto, antes de la invasión China tenia 50 proyectos en ejecución valoradas aproximadamente en 18.800 millones de dólares y más de 35,000 ciudadanos chinos que trabajan aquí, todos evacuados tras las acciones armadas iniciadas a principios de año contra este país. Su empresa petrolera National Petroleum Corp está presente en esta repartija. En principio, China ha pedido que la transición de poder en Libia se produzca en calma y bajo la batuta de la ONU, esa fue la expresión de la Cancillería China en sus últimas notas difundidas en la prensa internacional. Pero también las notas dicen lo siguiente: “Pekín ha reiterado que está dispuesto a continuar desarrollando la cooperación económica y comercial con Libia, país que vende a China un 3.0 por ciento de sus exportaciones de crudo” (7). Y, hace solo unas horas (25 de agosto de 2011) el presidente francés, Nicolás Sarkosy, estuvo en Pekín, según se dice, “para fortalecer la cooperación entre China y Francia” (¿?). Pero, lo cierto, es que en estos momentos lo que domina el ambiente financiero internacional son los negocios referentes a nuevos contratos sobre el petróleo y la reconstrucción en Libia. 

Entonces ahora: ¿Quién se hará cargo de la dirección política del Estado de Libia? En principio, el Consejo Nacional de Transición (CNT), forjado por la OTAN, está encabezado por Mahmoud Jibril, un neoliberal con estudios en EEUU y graduado en Egipto, que en algún momento fue parte del gabinete libio, aunque expectorado en su debida oportunidad por Muammar al Gadafi por sus inclinaciones privatizadoras y con residencia por espacio de varios años en el extranjero. En realidad un títere pro-occidental, especie Karzai, en Afganistán. 

Y, finalmente, la lección extraída de estos hechos. Para las burguesías financieras, sobre todo, estadounidenses, la invasión a Libia sería aparentemente como un aviso para el resto de gobiernos del planeta a que no hay leyes internacionales ni fuerza alguna que puedan impedir si EEUU y la OTAN, ahora junto a su eje, se deciden ocupar un país determinado. Un aviso que podría estar dirigiéndose a Siria, Líbano, Zimbabwe, Myanmar, Bielorrusia, etc.

NOTAS: 

1.- “Libia continua resistiendo los embates de la OTAN”. Noticia publicada el 26 de agosto de 2011, en: elpravda.blogspot.com
2.- “UE pide cooperación con CPI sobre arresto de Gadafi”. Noticias publicada el 19 de julio de 2011, en: spanish.news.cn
3.- “Rusia no reconocerá al CNT como gobierno legitimo de Libia”. Nota publicada el 18 de julio de 2011, en: spanishs.news.cn
4.- “Holanda rechaza sumarse a los bombardeos de la OTAN sobre Libia”. Noticia publicad el 14 de Julio de 2011, en: Cubadebate.
5.- “Majlis felicita al pueblo libio por su victoria”. Noticia publicada el 23 de agosto de 2011, en: IRNA.
6.- “La otra guerra en Libia: Italia y Francia se pelean los contratos de reconstrucción” noticia publicada el 23 de agosto de 2011, en: www.diariouniversal.com
7.- “Pide China transición de poder pacifica en Libia liderada por UNO”. Noticia publicada el 24 de agosto de 2011, en: ww.milenio.com

(*) ENRIQUE MUÑOZ GAMARRA
Sociólogo, investigador y analista político peruano. Especialista en asuntos internacionales.

viernes, 19 de agosto de 2011

El hedonismo como decadencia imperial: Roma, Europa, EE UU




OSCAR J.CAMERO

Cuando los antiguos romanos llegaron a una plenitud de conquista y las arcas imperiales rebosaron de tributos procedentes de lejanos pueblos, uno puede pensar que el romano común (¡ni hablar de los patricios y mandamases de entonces!) flotaron en una confortable comodidad que pelo a pelo los llevó a no pensar más en guerras ni conquistas. Total, casi todo el mundo conocido se lo había zampado entre los bolsillos, primero asolándolos con la espada. Se era rico y ello en sí se traducía en una cumbre, dizque humana o civilizatoria.

¿Por qué razón complicarse la vida con derramamientos de sangre, alaridos de combates y sudaderas estresantes? Gozar de la vida, hedonizarse, como que fue el paso consiguiente de semejante prosperidad, relajándose el sistema de cuerdas, poleas y disciplinas militares que, más allá de continuar conquistando el mundo conocido, debía al menos mantener lo conquistado. Así se aproximó la decadencia, la desvirtuación de una sociedad originariamente bélica.



Se dirá que el imperio se hizo tan desmesurado que manejarlo se figuró una pesada carga, con toda la recarga que también significó su burocracia. Los romanos centrales poco a poco empezaron a delegar, a formar subimperios, consulados, apartados, para que otros hiciesen el trabajo. Mientras tanto, el dios vino, el desborde y el semen ha de haber sido la mayor preocupación de una Roma que paulatinamente empezó a sentirse realmente alejada de lo terráqueo y sus amenazas, a pesar de la molestia permanente que significaron las hordas bárbaras. El resultado fue la fragmentación, la desintegración, la decadencia que todos conocemos. Por ello se dice que, por una razón u otra, no hay imperios eternos: si no caen por el peso de otros, lo hacen por el suyo propio. Podría no la vida cansarse de sí misma, pero no así el sistema.

Y digamos que ello, el ciclo de subidas y bajadas en que consiste la evolución o progreso humano, figura una certera ley del comportamiento. Se es disciplinado y tenaz mientras existan propósitos que conquistar, y también mientras exista control y coordinación de las partes que conforman el cuerpo a avanzar hacia los objetivos. El Imperio romano se hizo tan grande que dio la impresión de perder la conciencia de sus partes, hecho que bastante se correlacionó con los efectos de una sociedad implosiva, sumida en el vicio, carnal, aflojada de cualquier principio al que en un tiempo se había aferrado como doctrina imperial.

Europa

Europa es una sociedad que actualmente explota. Se le llama el continente viejo y la configuran viejas antiguallas de la historia que al presente lucen como diluidas en su potencial. Hablamos del cristianismo, del principio feudal o señorial, de la ínclita razón griega y, a propósito de la parte anterior, del principio imperial, legado de faraones, griegos y romanos, especialmente de los últimos.

La sociedad vieja europea se diluye en el tiempo. Su alma como que pierde principios en medio de esta era tan diversa y cambiante, era de la política mercurial, cibernética e informática. Con viejos recuerdos de cruzadas en el Medio Oriente, se sabe ya de religión no única; con triste gesto de señor en decadencia, se sabe ya feudal superada; con rostro y matemáticas atónitas, se sabe ya desquiciada de los mecanismos del razonar, que no han llevado más que a la guerra y a la miseria al mundo; impotente, al comprobar que el mundo no es gobernable ni aprehensible, como siempre han soñado los imperios, a pesar de la informática, del parcelamiento científico del universo, del hábito posmoderno de dominar mediante la opresión de botones.



Como el viejo Imperio romano, Europa vivió su plenitud hedonista, su confort, independientemente de que haya sido a costa del saqueo y la explotación de los otros pueblos de la Tierra. Del engaño, de la expoliación, del tráfico en toda su variación (la sonrisa de un europeo tiene base en la encía derrocada de un pobre de la Tierra). Aún hoy vive viejas plenitudes en algunos de sus países, aunque en su mayor parte haya empezado a permearse el agua del desconcierto y la crisis.

Se hizo señor feudal y perduró hasta el pleno del siglo XX (con actitudes y hábitos) y, como la vieja Roma decadente, aflojo el control y la disciplina, el empeño de conquista o dominio, la necesidad de mantener joviales y preponderantes sus valores culturales, y cedió el paso a la dulzura de la sombra y otros vinos. Cedió el paso a la historia que avanza y cambia el rostro mundial. Se cansó de las guerras y empuñaduras. Se confió a un nuevo coloso, hijo de sus entrañas, para que velase por su estampa e intereses (EEUU), pero coloso aparentemente de vida efímera imperial y en la actualidad con problemas. Coloso amenazado por China, la nueva madre de los colosos en un plazo de diez años.



Olvidó que las matemáticas y las economías no pueden sostenerse eternamente sobre la base de los tributos y el rasgo de señorío inmutable; que el mundo cambia, pasa y da crecimiento a otras dimensiones y culturas. A otros cálculos y raseros.

De forma que hay que presentir la inminencia de grandes y convulsos eventos para la humanidad si Europa (tabla de la convención cultural y soporte matemático de la misma convencionalidad) cae.

EEUU

Los muchachitos del ejército estadounidense han empezado a suicidarse. Lo hacen a granel, asustados de la misión de “conquistar el mundo” que sus superiores le encomiendan. Como Pinky, el ratón de la caricatura de Cerebro, no pueden comprender cómo es que lo sacan de sus dulces hogares, donde juegan hartamente a la guerra virtual, para ir a morir en guerras de verdad, en las que de verdad te desangras y dejas de vivir la cómoda vida al lado de tus padres. La razón, heredada de la vieja Europa, piensa que, si se tiene todo (poder, bienestar, desarrollo), ¿por qué demonios guerrear y no dedicarse a saborear el laurel del sueño americano, ese que dicen los mass media que disfrutan? Epicuro dejó bien sentada en el viejo continente las bases de la felicidad 300 años A.C.



Después de llegar al nuevo continente, bregar tanto para imponer las colonias inglesas, alemanas e irlandesas, matando indios en un principio, además de pasar por la tan terrible guerra civil para tener una unidad de patria (matándose entre ellos, posteriormente), sale al menos disfrutar de la paz tanto bregada. Sale disfrutar del poderío de la tecnología por ellos inventada. Sale el solaz. Sale la predestinación providencial. ¿A qué andar conquistando mundos si el mundo y ombligo de él son los mismos EEUU? ¿No es tal el cuento? Como tal es una reflexión del soldado que hace patria muriendo en la aventura de las conquistas incompresibles.

El imperio estadounidense se extendió soñando el control mundial mediante la opresión de un botón, en virtud de su tecnología. Se hizo grande aprovechando los abordaje que le hiciera la historia: su entrada “heroica” en la segunda guerra mundial, cuando los rusos habían hecho ya el trabajo; su preeminencia como potencia matando cientos de miles de humanos con un artefacto de su invención (bomba atómica, de cuna alemana, en realidad) y con el derrumbe de su principal competidor de la Guerra fría (la URSS).

Hoy es grande más allá de sí mismo (aunque no de sus ambiciones) y a punto de preterizarse. No parece poder controlar las partes de su cuerpo, mismo que se mueve en la guerra de invasiones y de control estratégico que efectúa. Sus soldados, como demuestra la tasa de suicidios en alza, ya no quieren combatir ni inmolarse; pero sus problemas monetarios lo empujan al combate para intentar sostener el estatus de poderío que requieren ostentar ante el mundo en su propósito de domeñarlo (noblesse oblige). Peor aún: sus ejércitos (ahora llamados “fuerzas especiales”) amenazan con actividades autónomas en los lugares que operan, al servicio, sin duda, de fragmentadoras causas respecto de la unidad imperial. El viejo cuento de la desmembración romana a lo postmoderno. Los pequeños imperios, los imperios delegados, desprendidos, volantes propios, la vieja Constantinopla microbiana.



La sociedad norteamericana, como la europea, se hedonizó también, explayada en el confort que ablanda el músculo y genio de la guerra. No quiere guerrear, aunque quiera jugar a la guerra, electrónicamente, en casa, y dedicarse al sacro consumismo de su cultura nacional. Su viejo espíritu imperial parece en quiebra, en medio de tiempos tan cambiantes como los que vuelan y que inauguró ella misma hasta cierto grado, donde parece apuntarse el comunitarismo (como prefetiza el Daniel cristiano), la unión de partes, las parcialidades entendida, las partes post-crisis. Donde es imposible controlar las emergencias amenazantes sobre preeminencias preestablecidas. Donde ya no es posible monopolizar el conocimiento, la cibernética, el poder atómico, en saber universal, cuyo principal requisito para accesarlo es la condición humana.

Múltiples problemas acucian al coloso. El dinero, la paz interna, el comercio y sus transnacionales, sus ricachones más poderosos que el Estado mismo, la competencia militar de emergencias potencias, su condición de economía comprada o embargada por factores exógenos, lo que equivale a decir su economía ficticia y peligrosa. Diremos que próximos a una explosión (con efectos encadenados, lógicamente), considerando fundamentalmente tres hechos: Europa, el viejo modelo y vieja aliada, decae; el mundo es un campo de guerra hacia donde la crisis lo empuja para paliar necesidades y defectos financieros; China, la nueva cima de la economía mundial y la nueva potencia de los tiempos, es poseedora de los dos tercios de su dinero internacional. Bomba con reloj de tiempo.



Fragmentan al coloso sus propios problemas, producto de la decadencia espiritual de la cultura occidental (visión de mundo imperial, señorial, razonable, religioso); su sociedad estupidizada y hedonista en pensar y obrar; la emergencia bárbara de nuevas potencias competidoras, como es el hecho. En la medida en que cae el velo, por ejemplo, de para quién a fin de cuentas trabaja un soldado al rendir su vida en la guerra, la sociedad parece entonar una reflexión y parecen arreciar vientos de cambios en las conciencias nacionales, con efectos deplorables sobre el concepto “imperio”, “unidad”, con remozamientos de la noción fragmentaria. Hay la amenaza (esperanza para otros) de que el norteamericano común despierte del sueño encantado (como ocurre hoy) hacia una revolución de conciencia y se convierta, final y redentoramente, en bárbaros de su propia libertad, sobre su propio suelo.

Como la gran piedra que en el mar cae, tiene que comprenderse que el coloso al caer hundiría también su volátil entorno. Templanza, pues, en el esperar y comprensión para calmar.

Más del autor en Animal político

Traductor