miércoles, 25 de febrero de 2015

Argentina: misión de reconocimiento contra redes de espionaje de EEUU e Israel

 Nil Nikandrov

Dos recientes suicidios de alta notoriedad –uno en Francia y otro en Argentina, son muy similares. Un exitoso y bien querido jefe de la policía francesa de nombre HelricFredou, fue encontrado muerto luego de haber iniciado una investigación sobre el ataque terrorista contra el personal en las oficinas del semanario Charlie Hebdo.

Los informes oficiales sostienen que el funcionario se suicidó en su oficina empleando su arma de servicio antes de haber terminado su informe sobre el preeminente ataque terrorista en la ciudad de París.

Horas antes del fatal disparo, el funcionario Fredou concedió una entrevista en la cual dijo que el caso arrojaba "muchos matices inesperados, pero que en todo caso, él llegaría hasta el fondo del asunto." Quizás sería esta promesa lo que hizo que quienes ocultan a los terroristas se apresuraran en eliminar la amenaza planteada por el jefe de la policía. Posteriormente, los medios de prensa publicaron una versión de su muerte atribuyéndole cansancio, depresión y "agotamiento nervioso."

Los funcionarios oficiales no se han visto muy impacientes por investigar los factores ocultos en la muerte del agenteFredou, a pesar que otro funcionario policial que rastreaba a los "guerreros de la Yijada" también se suicidó durante esos mismos días. El análisis sobrio de los mensajes de blogueros que surgieron de inmediato luego del evento de París y que apuntaba hacia las huellas de la CIA y el Mossad, gradualmente desapareció de Internet.

Un hecho muy parecido ocurrió en Buenos Aires, donde Alberto Nisman, fiscal especial que investigaba la explosión ocurrida hace años en la Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA y que supuestamente se suicidó el pasado mes de enero.Nisman se hallaba enfrascado en descubrir las "huellas iraníes" y en la suposición que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el Ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman habrían llegado a un acuerdo secreto con Irán para normalizar las relaciones con ese país. El rechazo de Buenos Aires de continuar dentro del patrón de confrontación con Irán que le fue endilgado a los argentinos al inicio de las investigaciones en los años 90 enfureció a Washington y a Tel Aviv.

A pesar de los estrechos vínculos de Nisman con las embajadas de Estados Unidos e Israel y sus frecuentes visitas para consultas en esos países, el fiscal era todavía incapaz de conseguir evidencias concluyentes sobre la colusión entre Cristina Fernández y los iraníes.

El ex jefe del espionaje argentino, Antonio Stiuso, también lo llevó por mal camino. Antes de su muerte, se descubrió que Nisman había telefoneado repetidas veces a Stiuso debido a que este le había prometido al fiscal transcripciones de las conversaciones telefónicas confidenciales de Cristina Fernández de Kirchner respecto al "acuerdo con los iraníes". Pero Stiuso lo evitaba todo el tiempo debido a que en realidad él no tenía tales materiales.

Colegas cercanos a Stiuso han señalado que él mismo fue engañado por la estación de la CIA que le había prometido brindarle los registros de las conversaciones telefónicas de Cristina Fernández de Kirchner. En la víspera de la audiencia parlamentaria, Nisman carecía aun de las evidencias más elementales para respaldar sus declaraciones ampliamente difundidas acerca del "criminal proyecto" de la Presidenta Cristina Fernández. El "Memorándum de Entendimiento con Irán" que había sido redactado por abogados y diplomáticos argentinos con el objeto de romper el punto muerto en las relaciones con Teherán y que estaba siendo utilizado como evidencia en torno a la supuesta culpabilidad de Cristina Fernández. El documento ya había sido discutido y aprobado en ambas cámaras del parlamento.

Dada esta situación, la crítica contra el servicio de inteligencia de Argentina, el cual ha sido incapaz de obtener evidencias concluyentes en la identificación de los responsables de la explosión de la AMIA, sigue creciendo. Debido a la muerte de Nisman, esa crítica no amaina. En Argentina, Juan Gabriel Labaké, abogado de uno de los acusados en el caso de la explosión en Buenos Aires, ha sido el más despectivo. Alegó que la terminación del informe del fiscal y su muerte "cambia la situación por completo". Ese abogado piensa que Nisman "fue la víctima de fuerzas siniestras que… lo eliminaron para impedirle que hablara. Fue obligado a redactar un informe, luego del cual era más útil muerto que vivo. Nismanresultó un testigo inoportuno que también estaba desestabilizando al gobierno nacional. No era bienvenido por aquellos para los cuales estaba redactando un informe: la CIA. No estoy alegando que la CIA mató a Nisman, pero la CIA es el principal sospechoso."

Según Labaké, él tuvo acceso a un documento producido conjuntamente por la CIA y el Mossad que había sido redactado para tratar la gama completa de preguntas relacionadas con el atentado de Buenos Aires.

Nisman empleó ese documento para informar al abogado (a condición que el abogado Labaké firmara un compromiso de mantener la confidencialidad sobre su contenido).

De acuerdo con el abogado, "este documento está lleno de fantasías, como muchos otros que son fabricados por los servicios de inteligencia… Allí se menciona a dos terroristas iraníes que escaparon de Irán y son escondidos por la CIA en una base militar secreta en Irak… La CIA está utilizando a estos dos individuos como si se tratara de valiosos testigos e Irán está siendo acusado de ser culpable sobre la base de sus testimonios. Nisman repite estas acusaciones.

Labaké descubrió otras especies en el informe redactado por la CIA/Mossad que Nisman copió palabra por palabra, y elevó una acusación al contralor general acusando al fiscal (antes de su muerte) de "traición, subversión de las relaciones amistosas del gobierno argentino con un estado extranjero, retardo de la justicia, abuso de poder y discriminación y persecución por razones religiosas". Labaké cree que la muerte de Nisman no será la última mientras dure la investigación del caso, señalando que "con el objeto de asegurar una resolución satisfactoria de este problema, ellos tendrán que eliminar uno o dos más". Una vez más este abogado hizo énfasis en que la CIA era en todo caso la sospechosa.

Cristina Fernández de Kirchner aseveró que la recientemente reorganizada Agencia Federal de Inteligencia de Argentina iniciará sus labores en el mes de abril del corriente. Los argentinos aprueban las resueltas medidas que se están tomando para reemplazar a la vieja Secretaría de Inteligencia, SI la cual se ha visto comprometida por una larga serie de escándalos. Los funcionarios abundan en quejas contra la SI, quejas tales como: acciones arbitrarias, interferencias en la lucha interna por parte de su dirigencia y corrupción entre su personal. La historia de la Secretaría de Inteligencia y de su antecesora, la SIDE está repleta de hechos tales como espionaje ilegal, represión, uso de falsas evidencias y tráfico de informaciones e influencias.

En consecuencia, la SI ha sido infiltrada por servicios de inteligencia extranjeros, particularmente por la CIA y el Mossad. 

Esto se llevó a cabo a través de varios canales, incluyendo canales oficiales, bajo el pretexto de coordinar la lucha conjunta contra el terrorismo y el narcotráfico. Estas ocasiones legales fueron aprovechadas para estudiar al personal al interior del servicio de inteligencia argentino, como también al carácter de sus operaciones en el hemisferio occidental, Europa y otras regiones. Bajo el disfraz de la "cooperación amistosa" los servicios de inteligencia norteamericanos e israelíes dirigieron sus esfuerzos de reclutamiento dentro de los círculos dirigentes de la SI, como también al interior de sus divisiones operativas y técnicas.

Actualmente, la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires está tratando de asegurar que las cuestionables circunstancias que rodean la muerte del fiscal Nisman, sean magnificadas de todas las maneras imaginables. Los hechos establecidos anteriormente han sido negados y evidencias totalmente nuevas se han puesto en circulación con el propósito de desestabilizar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

¿Por qué se lanza este ataque contra el gobierno argentino? La destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York fue utilizada para justificar la invasión de Afganistán por parte de Estados Unidos y la OTAN. La extensión del caos en el Medio Oriente y el ataque terrorista en Francia han señalado el inicio de convulsiones dentro de la Europa continental –la cual forma parte de una enorme zona de inminente inestabilidad que va desde Gibraltar hasta el Mar Amarillo. Se están haciendo esfuerzos para derrocar al gobierno argentino con el objeto de crear un "efecto dominó" que extienda el caos a través de toda América Latina, debilite a Brasil y a su "estado populista" y desmantele las asociaciones integracionistas en el continente, tales como Mercosur, Celac, ALBA, Unasur y otras.

El canal de televisión CNN que en América Latina se considera una herramienta para la propaganda y la guerra sucia, fue puesto al servicio de la diseminación de informaciones acerca de la muerte de Nisman. El corresponsal Drew Griffin, comentó sobre el tema, "informes iniciales dicen que se trata de un suicidio, pero en un país donde la política es tan complicada y fascinante como su baile nacional, las teorías conspirativas comienzan a girar. 

En los puestos de periódicos, en los cafés, la conclusión es sencilla: asesinato, dirigido en parte… por Cristina Fernández de Kirchner." Durante reuniones con altos funcionarios argentinos, Noah Mamet, embajador norteamericano en Argentina, de manera insistente reitera la oferta de Washington de brindar ayuda profesional en la investigación sobre las circunstancias en que se dio la muerte del fiscal. Todo el tiempo él hace hincapié en que la investigación de Argentina no debe desviarse de su tarea principal --identificar de manera meticulosa "las huellas iraníes."

En respuesta a una solicitud hecha por el Congreso norteamericano, el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, descartó la idea que se pudiera permitir a Estados Unidos investigar la muerte de Alberto Nisman. "No entiendo por qué ellos creen que el FBI puede resolver problemas en cualquier parte del mundo."

La Presidenta Cristina Fernández reaccionó de manera aun más dura: "No somos un país de cuarta categoría ni una república bananera donde cualquiera pueda aparecerse a darnos consejos."

Su posición ha sido recibida con indisimulada irritación en Washington y en Tel Aviv. Tal como la presidenta lo ha señalado, su servicio de inteligencia nunca ha fallado en descubrir la fuente de cualquier amenaza que ella ha recibido. La presidenta argentina es bien conocida por su tenacidad y valentía y de este modo ella le pide al pueblo argentino que recuerde que "si algo me sucediera, no busquen en el oriente, busquen en el norte." Queriendo decir, busquen en Estados Unidos.

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