viernes, 27 de mayo de 2011

¿Por qué atacan a Libia? y II



   
Ellen Brown *

Libia no sólo tiene petróleo. Según el FMI, el Banco Central tiene cerca de 144 toneladas de oro en sus bóvedas. Con ese tipo de reservas, ¿quién necesita al Banco de Pagos Internacionales (BIS, según sus siglas en inglés), al Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus reglas?

Todo lo cual provoca una mirada más atenta a las normas del BIS y sus efectos en las economías locales. Un artículo en el sitio de Internet del BIS indica que los bancos centrales que son parte del Central Bank Governance Network deben tener como objetivo único o principal “preservar la estabilidad de precios”.



Han de mantenerse independientes de los gobiernos para asegurarse de que las consideraciones políticas no interfieran con este mandato. “La estabilidad de precios” significa el mantenimiento de una oferta monetaria estable, incluso si eso significa crear más deuda externa. Los bancos centrales son desalentados de aumentar la oferta monetaria imprimiendo dinero y utilizándolo en beneficio del Estado, ya sea directamente o como préstamos.

Influencia de la banca internacional

En un artículo de 2002 en Asia Times, titulado El BIS versus los Bancos Nacionales, Henry Liu Jianchao señalaba: “La normativa del BIS sólo sirve al único propósito de fortalecer el sistema de banca privada internacional, incluso a riesgo de las economías nacionales. El BIS le hace a los sistemas bancarios nacionales lo que el FMI le hizo a los regímenes monetarios nacionales.

Las economías nacionales bajo la globalización financiera ya no sirven a los intereses nacionales…la IED (inversión extranjera directa) denominada en moneda extranjera, principalmente en dólares, ha condenado a muchas economías nacionales a un desarrollo desequilibrado hacia la exportación, sólo para hacer los pagos de intereses en dólares, con pocos beneficios netos a las economías nacionales”.



Y añadía: “según la Teoría del Dinero Estatal, ningún gobierno puede financiar con su propia moneda nacional todas sus necesidades de desarrollo para mantener el pleno empleo sin inflación”. Esta teoría del dinero estatal se refiere a dinero creado por los gobiernos en lugar de los bancos privados.

La presunción de la norma que prohíbe los préstamos del propio banco central del gobierno es que estos son inflacionarios, mientras que los préstamos existentes en dinero de bancos extranjeros o del FMI no lo son. Pero en realidad todos los bancos, ya sean públicos o privados, crean en sus libros el dinero que prestan. La mayor parte del dinero nuevo hoy proviene de préstamos bancarios. Y tomar préstamos del propio banco central estatal tiene la ventaja de que el préstamo es sin intereses. Y está demostrado que la eliminación de intereses reduce el costo de los proyectos públicos en un promedio de 50% .

Situación financiera

Y así parece ser como funciona el sistema libio. Según Wikipedia, las funciones del Banco Central de Libia son “la emisión y regulación de los billetes y monedas en Libia” y “la gestión y emisión de todos los préstamos del Estado”. El banco estatal de Libia emite la moneda nacional y presta dinero para fines estatales.



Eso explicaría de dónde obtiene Libia el dinero para ofrecer educación y atención médica gratuitas y préstamos sin intereses de $50.000 para los recién casados. También explicaría de dónde obtuvo el país los $33 mil millones para construir el proyecto Gran Río Artificial. Los libios están preocupados de que la OTAN esté bombardeando peligrosamente cerca de la obra (del sistema de conducción de agua potable), creando otra amenaza de desastre humanitario.

¿Guerra por petróleo?

Entonces, ¿es esta nueva guerra por petróleo o por bancos? Tal vez ambos. Y por agua, también. Con energía, agua y crédito suficiente para desarrollar su infraestructura, una nación puede ser libre de las garras de los acreedores extranjeros. Y eso puede ser la verdadera amenaza de Libia: puede mostrar al mundo lo que es posible.

La mayoría de los países no tienen petróleo, pero las nuevas tecnologías podrían hacer que los países no productores de petróleo sean energéticamente independientes, sobre todo si los costes de infraestructura se reducen a la mitad con préstamos del propio banco de propiedad pública de la nación. La independencia energética liberaría a los gobiernos de la telaraña de los banqueros internacionales, y de la necesidad de trasladar la producción nacional a los mercados extranjeros para pagar deudas.

Si el gobierno de Gaddafi cae, será interesante ver si el nuevo banco central se une al BIS, si la industria petrolera nacional es vendida a los inversores, y si la educación y el cuidado de la salud siguen siendo gratuitos.

* Ellen Brow es abogada estadounidense, presidenta del Public Bank Institute

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